Autoras: Valeria Enríquez & Jenny Zehner
Ilustración: iStock
El pasado 2 de junio se llevó a cabo el ejercicio cívico más importante de los últimos tiempos para elegir a la nueva presidenta de México y más de 20,000 cargos a nivel federal y local, siendo las elecciones más grandes en México, y a la vez, las más peligrosas -con al menos 37 aspirantes asesinados y más de 200 homicidios políticos-. Sin embargo, desde Alternativas creemos que ejercer el espacio cívico va mucho más allá de las urnas de voto.
En los últimos sexenios se han presentado varios retrocesos para las organizaciones de la sociedad civil u otros grupos, colectivos y movimientos que desde su lucha y desde su territorio intentan abordar problemáticas y lograr el ejercicio de derechos humanos fundamentales para las personas en sus comunidades. En las campañas presidenciales esto no fue la excepción, ya que poco se escuchó sobre propuestas o planes destinados a favorecer y salvaguardar la lucha de quienes desde el sector no lucrativo, destinan su trabajo a la resolución de problemas que nos aquejan a todas las personas (económicos, sociales, ambientales, culturales y ecosistémicos).
Dado que el sector de la sociedad civil no fue priorizado en las distintas campañas presidenciales, Alternativas busca centrarse en el trabajo por un espacio cívico donde todas las voces sean escuchadas y crezca el diálogo y la acción colaborativa en favor de los derechos humanos. Queremos un acercamiento genuino y respetuoso con las personas que integrarán el nuevo gabinete y, con ello, recuperar espacios de trabajo conjunto y de confianza mutua para mejorar la relación entre gobierno y ciudadanía en nuestro país.
En este momento crucial de cambio de gobierno y elecciones en México desde Alternativas queremos transformar la percepción sobre las organizaciones y movimientos sociales. Queremos mostrar, a través de distintas vertientes de nuestro trabajo, qué tipo de actores existen, cuáles son sus prioridades, sus dificultades y sus necesidades. Queremos entender el espacio cívico vivido y entendido desde sus trincheras, propiciar colaboraciones y trabajo en redes que permitan una mejor coordinación y comunicación entre el sector.
Nuestra prioridad es contribuir con un entorno habilitante que fomente la apertura, la seguridad y la justicia social, con un enfoque centrado en los derechos humanos, donde todas las organizaciones sociales, colectivas, agrupaciones o movimientos logren sus objetivos en beneficio del bien público.
Seguiremos promoviendo la colaboración y el diálogo entre la esfera pública y la sociedad civil para amplificar nuestras voces y fomentar una participación genuina y efectiva que logre influir en los asuntos públicos.
Referencias:
