Las personas tenemos derecho a asociarnos y ser parte de una organización, grupo o colectiva para contribuir a la solución de problemas públicos y a una democracia participativa. Para llevarlo a cabo es necesario el acceso a recursos financieros, materiales y humanos (nacionales o internacionales) que nos permitan existir, realizar nuestro trabajo y acceder a más derechos.
Por Beatriz Martínez
Distintos problemas estructurales como la desigualdad, pobreza y violaciones graves a los derechos humanos, han llevado a la ciudadanía a organizarse para actuar ante las injusticias y defender nuestras libertades a través de manifestaciones pacíficas, incidencia en políticas públicas, creación de organizaciones de la sociedad civil (OSC), entre otros. Estos actos nacen gracias a las libertades de reunión, asociación y expresión que tenemos todas las personas que habitamos un espacio cívico sano y abierto.
El 28 de agosto el gobierno federal señaló a Animal Político y ocho organizaciones de la sociedad civil, por recibir financiamiento extranjero para oponerse al Tren Maya. A raíz de dichos pronunciamientos, diversas organizaciones y defensores de DDHH se han movilizado para comunicar la gravedad de este discurso pues atenta contra el derecho de todas las personas a opinar, expresarse libremente, asociarse y reunirse pacíficamente.
Las recientes declaraciones han insinuado que las organizaciones son poco transparentes con los recursos que reciben, sin embargo, las organizaciones están sujetas a diversas obligaciones legales y fiscales que rindan cuentas sobre los recursos que reciben, otorgan y erogan. De manera anual, las donatarias autorizadas presentan informes ante el SAT en donde se debe especificar el estado de sus ingresos y egresos, la relación de los donativos que reciben y otorgan, así como información sobre si han influido en la legislación o no.
DISTINTAS FORMAS DE ACCEDER A RECURSOS
Las personas tenemos derecho a asociarnos y conformar, o ser parte de, una organización, grupo o colectiva para contribuir a la solución de problemas públicos y a una democracia participativa. Para llevarlo a cabo, es necesario el acceso a recursos financieros, materiales y humanos (nacionales o internacionales) que nos permitan existir, realizar nuestro trabajo y acceder a más derechos.
Las organizaciones, al ser instituciones sin fines de lucro, realizan grandes esfuerzos para ser sostenibles y financiar sus proyectos desde distintas fuentes. De acuerdo a cifras de Fondos a la Vista, en 2017 las donatarias autorizadas reportaron $189,590 millones de pesos (MDP) por ingresos, de los cuales 79% fueron autogenerados por las OSC, es decir, casi ocho de cada diez pesos se obtuvieron a través de la venta de servicios, cobro de cuotas, membresías, etc.
Sin embargo, los recursos autogenerados no son suficientes para los gastos fijos que deben cubrir las organizaciones además de los costos que implica el desarrollo de proyectos. Para subsanar esto, dentro del sector se construyen distintos esfuerzos para concursar por financiamientos de diversas empresas y fundaciones que otorguen presupuesto flexible. Del total de los ingresos que recibieron las OSC, el 21% provino de donativos ($38,948 MDP), de los cuales casi nueve de cada diez pesos donados fueron nacionales; la mayoría otorgados por empresas, fundaciones u otras organizaciones (55%).
No obstante, para que las organizaciones puedan diversificar sus recursos y no generar dependencia de una sola fuente de ingresos, se ha incentivado a la ciudadanía para que done directamente a la sociedad civil organizada. En 2017, el 31% de los donativos fue otorgado por ciudadanos y ciudadanas mexicanas comprometidas con alguna organización. Para hacer crecer estos donativos y potencializar la cultura de la generosidad al máximo existe #YoDonoPorqueMx, una campaña que invita a la ciudadanía a compartir sus historias de donación mediante fotografías o videos. En ellas, las personas donantes comparten qué les motiva a donar, ya sea tiempo, talento o recursos a una causa social u organización de la sociedad civil y así fortalecer la cultura de donación. #YoDonoPorqueMx se realiza durante todo el mes de septiembre y pretende reunir más de 200 historias que ayuden a construir mayor confianza ciudadana en las OSC.
SOBRE LA TRANSPARENCIA DE LOS RECURSOS
Por otra parte, las declaraciones del gobierno hacen ver a las organizaciones como instituciones que no rinden cuentas sobre sus acciones o recursos, sin embargo la información referente a sus donativos e ingresos se puede consultar de manera pública en el Portal de Consulta de Información de Transparencia de Donatarias Autorizadas de la SHCP. Además, las organizaciones invierten gran cantidad de tiempo y dinero en la elaboración de informes anuales y campañas de comunicación que muestren los recursos utilizados, su origen y destino. Ejemplo de ello es la sección de transparencia con la que cuentan distintas organizaciones como México Evalúa, A.C., o informes anuales como los de Fondo Semillas.
Por último, existen diversos esfuerzos desde sociedad civil que invitan a las organizaciones a ser transparentes de manera proactiva, es decir, el compartir información detallada y adicional de manera voluntaria. Un espacio colaborativo para hacerlo es Fondos a la vista, la plataforma más robusta del sector en donde se puede encontrar a las más de 46 mil organizaciones que existen en México. En dicha plataforma las organizaciones pueden visibilizar su causa, compartir información detallada sobre dónde trabajan, qué causas atienden y cuál es su población objetivo, así como un espacio para la difusión de informes anuales.
Solo a través de la procuración de fondos y el incansable trabajo de las organizaciones, es que se ha podido avanzar en temas cruciales en la agenda de derechos humanos. Como el trabajo de Yaaj, Transformando tu vida, A.C. por la prohibición de las terapias de conversión (ECOSIG) que atentan contra la comunidad LGBTTI+, o la lucha por la dignificación del trabajo del hogar que realiza CACEH, A.C., y Hogar Justo Hogar, A.C., con lo que se logró que México ratificara el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el cual se establecerán garantías legales para que las trabajadoras del hogar gocen de seguridad social, salarios dignos, acceso a justicia laboral, etc.
El acceso a los recursos que hacen posible el trabajo de la sociedad civil, ya sea a través de alianzas con entidades donantes, ciudadanía o gobierno, es esencial para la sostenibilidad de las organizaciones y el impacto que puedan generar en la defensa del espacio cívico que habitamos. El contar con donativos internacionales, no implica la intervención de gobiernos extranjeros en nuestro país, al contrario, la cooperación internacional permite que la sociedad civil aporte a la solución de problemas públicos nacionales y se eleve el alcance de sus acciones.
Por todo lo anterior, exigimos sean respetados los derechos de reunión pacífica, libertad de expresión y de asociación, así como el derecho de la sociedad civil de acceder a financiamiento. Las organizaciones son actores fundamentales para el desarrollo social, la democracia y la mejora de las políticas públicas de nuestro país y deben contar con un espacio cívico que les permita realizar sus labores.
Publicado originalmente en Animal Político
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