Por Marisol Monroy Vásquez
Los retos sociales en México y el mundo cada día exigen una mayor participación de la sociedad. Por ello el desempeño de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) es tan relevante. Con su trabajo y visión lideran iniciativas que buscan reducir condiciones de pobreza, atender a grupos vulnerados (personas con discapacidad, migrantes, adultos mayores, jóvenes, etcétera), promover acciones para el cuidado del medio ambiente, defender los derechos humanos o incidir en políticas públicas.
Todo este trabajo, regularmente, se lleva a cabo a través de proyectos y programas que, dentro de un Modelo de Intervención, ponen en marcha de manera estructurada y coherente las buenas ideas que tiene las OSC para hacer frente a diversas problemas. Sin embargo, esto es sólo una parte del proceso.
Para lograr cambios en la realidad también se requiere una buena ejecución: alcanzar los objetivos planteados de la mejor forma, haciendo uso responsable y eficiente de los recursos de los que se dispone y orientando las actividades hacia resultados. En la práctica esto es un reto, no siempre existe tiempo para planificar; se realizan proyectos, pero se carece de habilidades técnicas para hacerlo; se responde a criterios de convocatorias, pero no a la problemática, o bien, las personas que diseñan no conocen los retos de la ejecución.
Frente a este panorama, en Alternativas y Capacidades acompañamos a Fundación PepsiCo México en el monitoreo y evaluación de diversos proyectos para mejorar las condiciones de educación, medio ambiente y desarrollo económico de poblaciones que viven en condiciones de pobreza y vulnerabilidad. De esta forma contribuimos a que las organizaciones ejecuten sus actividades con enfoque en resultados a través de cinco consideraciones:
En Alternativas tenemos experiencia y herramientas para el trabajo con inversionistas sociales y organizaciones de la sociedad civil para que diseñen y ejecuten actividades orientadas a resultados que tengan impacto.